Los Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar –eje del Plan México del gobierno federal– prometen transformar la dinámica económica regional. En particular, en la región Bajío se han establecido nuevos polos industriales en Celaya (Guanajuato) y Zinapécuaro (Michoacán), los cuales atraerán fuertes inversiones públicas y privadas, detonarán la creación de empleos y generarán una demanda significativa de espacios inmobiliarios tanto industriales como habitacionales. De hecho, a nivel nacional se estima que los primeros 15 polos previstos generarán 300 mil empleos y una inversión equivalente al 1.5% del PIB en el sexenio. A continuación, analizamos qué son estos polos de desarrollo y el impacto potencial en la inversión inmobiliaria en Celaya y Michoacán, dos enclaves claves del Bajío en esta estrategia.

¿Qué son los Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar?

Los Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar (PODECOBI) son zonas económicas estratégicas definidas por el Gobierno Federal dentro del Plan México, orientadas a detonar la inversión industrial y el desarrollo social en regiones con alto potencial productivo. Se trata de polígonos territorialmente delimitados, dotados de infraestructura específica, incentivos fiscales focalizados y facilidades administrativas para atraer empresas e inversiones. Cada polo se desarrolla con una planeación integral que articula infraestructura logística, capacitación de talento, vivienda y servicios, promoviendo un crecimiento ordenado e incluyente.

En palabras de la Secretaría de Economía, “los Polos del Bienestar son parques industriales que se desarrollarán teniendo en cuenta las fortalezas y vocaciones de diferentes regiones del país, a los cuales se atraerá la inversión mediante estímulos fiscales y apoyos de diversa índole”, con el objetivo de promover el empleo, incrementar la producción y sustituir importaciones por proveeduría nacional. Son un pilar del llamado Plan México de la presidencia de Claudia Sheinbaum, el cual busca reindustrializar al país de forma descentralizada para llevar prosperidad compartida a diversas regiones. En total se han anunciado 15 Polos de Bienestar en la primera etapa, entre ellos los de Celaya (Guanajuato) y Parque Bajío (Michoacán) que destacan por su importancia estratégica en el Bajío.

Impacto en Celaya, Guanajuato: polo logístico e inversión inmobiliaria

Autoridades federales y estatales durante la firma del convenio para el Polo de Desarrollo “Puerta Logística del Bajío” en Celaya (agosto de 2025), que busca convertir a la región Laja-Bajío en el mayor centro logístico del país.

En Celaya, Guanajuato, la instalación del Polo de Desarrollo “Puerta Logística del Bajío” representa un parteaguas logístico e inmobiliario para la región. Este polo cuenta con una superficie inicial de 52 hectáreas aportadas por el gobierno estatal, con posibilidad de expandirse hasta 200 hectáreas en fases posteriores. Su vocación es exclusivamente logística-industrial, aprovechando la ubicación estratégica de Celaya: el sitio se ubica junto al libramiento ferroviario con conexión a dos líneas férreas principales (Ferromex y CPKC) y muy cerca de importantes autopistas (las carreteras federales 45 y 51, además de la 57 a pocos kilómetros). A sólo 15 km se encuentra el aeropuerto de Celaya, y en un radio de 50 km operan tres grandes plantas automotrices (Mazda, Honda y Toyota), reflejando el entorno industrial consolidado de la zona.

La infraestructura planificada para Puerta Logística del Bajío incluye seis naves industriales de 10,800 m² cada una, una nave refrigerada de igual tamaño y patios con 12 km de vías férreas internas que conectarán directamente todos los andenes. También se contempla una aduana interior (puerto seco) para facilitar operaciones de comercio exterior sin necesidad de puerto marítimo. Este desarrollo logístico de última generación posicionará a Celaya como un nodo clave de almacenamiento y distribución para México, optimizando el traslado de mercancías tanto por tren como por carretera.

Desde el punto de vista de la inversión, el proyecto se estructura como una alianza público-privada: el Gobierno de Guanajuato participa con el 40% (aportando los terrenos), mientras que la empresa española Cointer (Grupo AZVI) invertirá directamente en el desarrollo de la infraestructura ferroviaria y de bodegas. Esta sociedad bajo el modelo SAPI garantiza capital y expertise privado, respaldado por facilidades gubernamentales. Aunque no se ha revelado la cifra exacta de inversión para Celaya, se espera una inyección de decenas de millones de dólares en obra logística. Vale señalar que en otros polos similares del país ya se manejan inversiones iniciales mayores a 500 millones de dólares (caso del polo de Huamantha, Tlaxcala), lo que da una idea del potencial en Celaya una vez que se vayan consolidando las empresas ancla en el parque.

Generación de empleo: Puerta Logística del Bajío actuará como motor de empleo y crecimiento urbano en Celaya. Se prevé la creación de miles de empleos formales asociados a la logística, manufactura avanzada, agroindustria y otros sectores estratégicos que el polo buscará detonar. Según la gobernadora de Guanajuato, este proyecto “va a generar empleos bien pagados y atracción de inversiones” en la región. El gobierno local ya anticipa un impulso importante al empleo especializado con mejores salarios, beneficiando especialmente a jóvenes profesionales. Esta dinamización del mercado laboral incrementará el poder adquisitivo local y, con ello, la demanda de vivienda y servicios.

Demanda inmobiliaria industrial y habitacional: La llegada de nuevas empresas y la expansión de operaciones logísticas elevarán inmediatamente la demanda de espacios industriales en Celaya. Se espera alta ocupación de naves y almacenes en el polo, así como el desarrollo de proveedores y parques industriales secundarios en los alrededores. Este auge industrial irá de la mano con una mayor demanda de vivienda para alojar a los trabajadores y sus familias. Con visión a ello, el plan del polo incluye la construcción inicial de ~200 viviendas de interés social para trabajadores, junto con equipamiento urbano como escuelas, áreas de cuidado infantil y otros servicios comunitarios. El mismo presidente municipal de Celaya destacó que la inclusión de la ciudad en los Polos del Bienestar beneficiará la “construcción de viviendas, entre otros beneficios para todos los celayenses”. Es previsible que desarrolladores inmobiliarios pongan la mira en nuevos fraccionamientos habitacionales, desde viviendas de interés social hasta proyectos residenciales para personal ejecutivo, dada la expansión poblacional y de ingresos que acompañará al polo. Adicionalmente, aumentará la necesidad de infraestructura urbana: centros comerciales, hoteles, restaurantes, transporte público y otros servicios, abriendo oportunidades para inversiones en esos rubros. En suma, Celaya se perfila para un auge inmobiliario integral, con el polo logístico actuando como catalizador de un clúster industrial-inmobiliario en la región Laja-Bajío.

Impacto en Michoacán: Parque Industrial Bajío y desarrollo económico regional

En el estado de Michoacán, la creación del Polo de Bienestar “Parque Industrial Bajío” en el municipio de Zinapécuaro marca un hito en la estrategia de desarrollo regional. Este proyecto –ubicado en la zona metropolitana de Morelia– fue el primer Polo del Bienestar formalizado en todo el país tras un riguroso proceso de selección entre más de 100 propuestas estatales. El parque industrial contará con una extensión de 340 hectáreas de terreno, convirtiéndolo en uno de los polos industriales más grandes de México. Su localización es privilegiada: se sitúa sobre la autopista de Occidente (eje que conecta Ciudad de México con Guadalajara) y posee conectividad férrea directa vía Canadian Pacific Kansas City (CPKC) hacia el puerto internacional de Lázaro Cárdenas. Además, se ubica a tan solo 5 minutos del Aeropuerto Internacional de Morelia, lo que facilita tener servicios aduaneros y logísticos de primer nivel en las proximidades. Estas condiciones (infraestructura básica disponible, conexión carretera-ferrocarril y energía eléctrica abundante) fueron factores clave para que Michoacán ganara este polo de desarrollo.

Conclusion: Oportunidad para inversionistas y empresarios

Tanto Celaya como Michoacán representan casos ejemplares de cómo los Polos de Desarrollo en el Bajío están dinamizando la inversión inmobiliaria y el crecimiento regional. En Celaya, un polo logístico ferroviario de alcance continental impulsará la demanda de naves industriales y consolidará a la ciudad como centro neurálgico para el nearshoring. A su vez, esto se traducirá en empleos formales mejor remunerados y en un mercado floreciente para vivienda, comercio e infraestructura urbana. Por su parte, en Michoacán, un megaparque industrial de escala inédita atraerá industrias globales (farmacéuticas, manufactura, agroindustria, etc.).

Para inversionistas y empresarios, el mensaje es claro: el Bajío está entrando en una nueva etapa de auge económico descentralizado, con el respaldo de políticas federales, incentivos fiscales y mejora en infraestructura. Las ciudades y corredores involucrados ofrecen ahora un terreno fértil para proyectos de desarrollo inmobiliario industrial (parques, bodegas, centros logísticos) y residencial (vivienda para una creciente clase trabajadora y media), así como oportunidades en sectores de servicios que gravitan en torno a la expansión económica. ¡Aproveche esta oportunidad de crecimiento! Este es el momento de evaluar participaciones en estas iniciativas. Si usted es inversionista o empresario interesado en la inversión inmobiliaria en Celaya, considere acercarse a estos polos emergentes. Con una planificación adecuada y visión a largo plazo, formar parte del ecosistema de los Polos de Desarrollo del Bajío puede traducirse en altas rentabilidades y en contribuir al progreso sostenible de la región. Confáctenos para más información y asesoría especializada sobre cómo sumarse a este gran impulso de desarrollo en el Bajío.

Celaya se consolida como centro logístico clave con nuevo polo económico federal.